Ponente
Descripción
Palabras claves: Información geoespacial, IDE, Gestión municipal.
Las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) permiten acceder a información, productos y servicios geoespaciales, publicados bajo estándares y normas que aseguran su interoperabilidad y usabilidad. Las IDE posibilitan organizar la información en función de las incumbencias de los diferentes organismos que la producen y publican. De esta forma, tienden a evitar la duplicación de esfuerzos y trabajar de forma integrada, potenciando las capacidades específicas de cada institución.
Entendemos a la IDE como una unidad de gestión de información geoespacial en sus diversos formatos (vectorial y raster), vinculada a geoservicios y geoprocesos. Por ende, el núcleo de una IDE es la comunidad de actores que generan, utilizan y mantienen dicha información geoespacial; junto a un conjunto de políticas, normativas, estándares, aplicaciones e infraestructura tecnológica.
En este sentido, como funciones básicas de una IDE podemos destacar: a) la coordinación de la integración, sistematización, actualización y publicación de información geográfica, en el marco de una institución; b) la gestión de información geoespacial sistematizada e integrada a partir de catálogos de objetos geográficos y de metadatos; c) la administración de herramientas para la producción, edición, análisis y visualización de la información geoespacial y geoservicios; d) la administración de plataformas web para la publicación de información geoespacial, a fin de facilitar su acceso a múltiples usuarios, a través de un geoportal, un visor de mapas y geoservicios.
Por su parte, la información geoespacial está conformada por objetos geográficos georreferenciados, junto a sus atributos y relaciones espaciales. Este tipo de información es fundamental para incorporar la dimensión territorial al análisis sobre diferentes temáticas de interés, como son las sociales, económicas, ambientales, políticas, entre otras. Asimismo, analizar estas variables espacialmente es esencial para la toma de decisiones, tanto en el ámbito gubernamental como en el empresarial.
En esta línea, la planificación estratégica territorial, en particular, y el diseño de políticas públicas, en general, requieren información geoespacial actualizada, precisa y oportuna; con el fin de realizar análisis multivariables y multitemporales, relacionando diferentes objetos geográficos, diagnosticando los problemas a resolver y poder determinar las soluciones posibles.
Desde el año 2011, la División de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas (UNSD) reconoció la necesidad de promover la cooperación internacional en el campo de la información geoespacial global, ya que decidió crear el Comité de Expertos en Gestión Global de Información Geoespacial (UN-GGIM) a partir de la Resolución ECOSOC 2011/24. En esa misma línea, en el año 2013 se estableció el comité regional UN-GGIM: Américas, cuya meta es tomar las medidas necesarias para maximizar los beneficios que se puedan obtener a partir del uso de información geoespacial basada en el conocimiento y el intercambio de experiencias y tecnologías que permitan el desarrollo de la Infraestructura de Datos Geoespaciales en los países de América.
Si consideramos el caso de nuestro país, la Infraestructura de Datos Espaciales de la República Argentina (IDERA) puede ser entendida como una comunidad de productoras/es y usuarias/os de información geoespacial, cuyo objetivo es propiciar la publicación de datos, productos y servicios de manera eficiente y oportuna como un aporte fundamental a la democratización del acceso a la información producida por el Estado y diversos actores no gubernamentales. La iniciativa IDERA está conformada por representantes del Estado Nacional, Provincias, Municipios y Universidades Nacionales, que trabajan de forma participativa en la generación de normas, estándares, información y herramientas contribuyendo al proceso de toma de decisiones en los ámbitos públicos, privados, académicos, no gubernamentales y de la sociedad civil.
En la actualidad, a los gobiernos municipales se les plantea el desafío de ampliar y mejorar la producción y administración de información geoespacial, con el fin de optimizar el diseño, planificación, coordinación e implementación de políticas públicas. A partir de esta premisa y en el marco de las tendencias internacionales sobre gestión de la información geoespacial ya mencionadas, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) elaboró el proyecto Desarrollo e implementación de una Infraestructura de Datos Espaciales para la gestión municipal, que busca dar respuesta al desafío planteado en diez (10) gobiernos locales de diversas provincias de la Argentina.
Dicho proyecto se propone generar un dispositivo que brinde conocimientos, prácticas, herramientas y tecnologías destinados a la administración de la información geoespacial en el ámbito municipal; con el fin de mejorar la performance del gobierno local en la gobernanza, en general, y en la ejecución de políticas públicas, en particular, teniendo en cuenta la dimensión territorial.
Entonces, en el caso de la gestión municipal, el potencial del desarrollo e implementación de una IDE busca obtener una serie de beneficios en diversas temáticas, como los que se sintetizan a continuación:
Planificación estratégica territorial
Vigilancia Epidemiológica
Catastro e ingresos públicos
Infraestructura y servicios públicos
Servicios sociales, educativos y culturales
Gestión ambiental
Protección civil y gestión del riesgo de desastres
En el presente trabajo, siendo partícipes de la iniciativa en curso del Proyecto Desarrollo e implementación de una Infraestructura de Datos Espaciales para la Gestión Municipal, nos planteamos compartir y comunicar a la comunidad geográfica sus objetivos, alcances, estrategia metodológica y resultados esperados; así como los avances logrados en los casos de los gobiernos locales seleccionados.
Por último, consideramos que reflexionar sobre nuestra práctica en el proceso de desarrollo y puesta en funcionamiento de una IDE municipal, nos permite revisar, repensar y realizar los ajustes necesarios con el fin de focalizar el trabajo y los recursos, retroalimentar futuras experiencias y sobre todo promover la sinergia entre el ámbito académico y los organismos científico-técnicos estatales.