Descripción
Se presentan en este escrito preguntas, dimensiones y unidades de análisis construidas para el estudio de situaciones curriculares las cuales tengan como eje la práctica en la formación profesional y su vínculo con el compromiso con el buen hacer.
Las prácticas y los saberes prácticos profesionales como objeto de investigación han sido incorporados en una nueva etapa de una línea de investigación que se enmarca en el Área Pedagógica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata, y que hace seis años indaga sobre los saberes humanísticos en carreras de ingeniería y sus vínculos con los saberes técnicos. Se trata de una indagación de naturaleza cualitativa-hermenéutica que ha permitido reflexionar de manera sistemática y argumentada acerca de la enseñanza de la ingeniería desde una visión crítica e integradora de diversos aspectos que la configuran como profesión. La misma se ubica dentro de las Ciencias de la Educación, en el campo del Currículum y de la Didáctica del Nivel Superior. Su propósito es aportar a los debates en la formación de profesionales de carreras tecnológicas sobre la inclusión de saberes no técnicos en carreras universitarias, el cual constituye un problema curricular complejo que excede a los ámbitos y disciplinas específicos. En este sentido, interrogarse por el lugar de los saberes no técnicos (sociales, humanísticos y prácticos) en carreras científico-tecnológicas supone preguntarse cuál es el lugar de la universidad en la configuración de la ciudadanía democrática para el actual escenario social y educativo, y en qué medida esto es compatible con la formación de profesionales competentes en el sentido en el que son requeridos por el mundo profesional contemporáneo.
A lo largo de estos años, nos hemos convocado a analizar la situación curricular particular de la carreras de ingeniería de la UNLP en la búsqueda de instancias formativas alternativas o no al formato tradicional de clase que brinden la oportunidad a los estudiantes de abordar de manera explícita preguntas respecto a sus posicionamientos ético-políticos, su disponibilidad para implicarse personalmente con la situación de otras personas y su capacidad para activar respuestas oportunas y comprometidas con otros en escenarios más o menos previsibles. Esta nueva etapa vincula estos saberes con la formación práctica, en vistas a aportar al estudio de espacios curriculares que promuevan la integración de contenidos humanísticos y técnicos de las diferentes ingenierías, en consonancia con la búsqueda de un perfil de ingeniero con competencias para una mejor inserción en el ámbito laboral y capaz de situarse críticamente ante los problemas que plantea el desarrollo tecnológico.
De esta manera, el actual periodo avanza en el análisis de las prácticas profesionales en carreras de ingeniería, atendiendo a su complejidad como objeto de estudio, siendo que “las prácticas” resultan del producto de determinaciones sociales e institucionales que van configurando formas compartidas de interpretar la realidad profesional y su tratamiento es particularmente complejo en el curriculum de estructura clásica, de corte disciplinar. Asimismo, en carreras profesionalistas son centrales las preguntas por qué es y cómo se forma el criterio profesional, cuáles son las referencias del “buen hacer profesional” y cómo impactan en esta formación los cambios en los contextos de inserción laboral de los y las profesionales. Estos interrogantes problematizan el tratamiento curricular y didáctico de las prácticas profesionales y los saberes prácticos, inscribiéndose en debates más amplios sobre los significados actuales de la categoría de excelencia académica y la enseñanza universitaria como derecho, en un escenario de futuro incierto en cuanto a demandas profesionales específicas.
En este marco, se propone profundizar el estudio del estándar de acreditación vinculado a las prácticas a partir de analizar el despliegue de escenarios de formación en prácticas profesionales, los horizontes formativos vinculados a las visiones de la profesión y a las trayectorias profesionales y los criterios del buen hacer profesional o “buen juicio” en el contexto socioeconómico actual que se despliegan en las experiencias formativas. De igual forma, se configuran las voces en diálogo de los sujetos curriculares, en clave de Alicia de Alba, y sus trayectorias reflexionadas como las unidades de análisis, entendiendo que, desde una concepción de curriculum amplia, la inclusión de saberes prácticos no sólo son incorporados a nivel de las intenciones manifiestas en el plan de estudios, sino que los sujetos los hacen entrar en juego a través de su capacidad de agencia.
PALABRAS CLAVE: Prácticas profesionales, compromiso, horizontes de formación, escenarios formativos
