Descripción
Palabras clave:
Formación docente- didácticas específicas- articulaciones intercátedras e intercampos- prácticas colectivas- construcción colectiva de saberes.
La enseñanza es una tarea compleja. Aprender a enseñar es un camino, un proceso que requiere por un lado una formación en desarrollos teóricos del campo de la didáctica general, así como también en contenidos específicos de las diversas disciplinas. Sin embargo, esta formación es inseparable de aquella que se constituye con los saberes que se construyen en la práctica docente cotidiana.
Así mismo, la complejidad también está dada por las particularidades propias de los sujetos de la educación inicial: lxs niñxs de 0 a 6 años. Con sus características propias, sus preguntas, sus hipótesis, sus modos de conocer y vincularse con lxs otrxs y con el mundo.
Entendiendo esta complejidad, y en línea con la propuesta curricular para la formación docente, en el Profesorado de Educación Inicial de la ENS 7, se propone que los talleres de prácticas cuenten con un profesor asesor especialista en una disciplina particular.
En ese contexto es que nos tocó trabajar asesorando en la práctica, a las dos profesoras que nos desempeñamos dictando las materias que involucran el conocimiento del ambiente: ciencias naturales y ciencias sociales.
Nuestro profesorado se caracteriza por tener un proyecto de trabajo que promueve la articulación tanto inter cátedras como inter campos así como también inter institucional mente con otros espacios de la cultura, el conocimiento y la sociedad civil.
Dentro de ese marco, ambas profesoras (del conocimiento del ambiente natural y social) venimos articulando nuestro trabajo para lograr que lxs estudiantes construyan una mirada del ambiente como “entramado complejo” y como uno de los ejes articuladores de la enseñanza dentro del Nivel Inicial. Ya que la propuesta formativa en la Primera infancia está pensada para una formación integral en la que el conocimiento no esté fragmentado sino que sea la herramienta para conocerse a sí mismos, a lxs otrxs y al mundo que lx rodea. Desde este posicionamiento, el ambiente se constituye en un articulador de experiencias que permiten enriquecer éstos conocimientos.
Esta articulación incluye: acuerdos en las pautas para la planificación, uso común de algunos textos, planificación de salidas didácticas conjuntas, clases compartidas, “cruces” de programas de asignatura, entre otras instancias.
Desde hace dos cuatrimestres nos toca compartir además el espacio de asesoramiento. Fuimos descubriendo en esos intercambios que los conocimientos, las dudas, las preguntas de las estudiantes nos permitían ver como en “espejo” nuestra enseñanza durante el dictado de nuestras materias.
La situación de pensar una planificación contextualizada dejaba en evidencia riquezas y pobrezas del modo en que abordamos los contenidos en nuestras cátedras.
Por lo tanto, la participación como asesoras, resignificó nuestra práctica docente. Lo interesante para nosotras – y es una de las cuestiones en la que queremos ahondar- es que esta resignificación no fue para cada una individualmente sino que nos llevó a plantear cada vez más, mayores grados de articulación entre nuestras cátedras, sin perder por supuesto, la riqueza de la especificidad de cada disciplina.
Lo que fuimos construyendo de a pequeños pasos desde hace varios años – con las propuestas señaladas precedentemente- cobró nueva fuerza y nuevo impulso a partir de las preguntas de la práctica misma. No sólo desde la planificación, sino que la puesta en acción de las diferentes Unidades Didácticas también nos impulsaron e impusieron desafíos a nuestra práctica docente.
La otra cuestión sobre la que queremos profundizar es cómo este trabajo mancomunado, articulado, entramado, atraviesa la formación de nuestrxs estudiantes ya que uno de los ejes del proyecto político educativo de nuestro profesorado es la formación de docentes que se piensan a sí mismos y a su tarea también desde lo colectivo. Porque creemos que es con otrxs que se construyen conocimientos y experiencias potentes que garanticen el derecho a la educación de nuestras infancias.
Por eso, sostener prácticas educativas como acciones colectivas es ofrecer la posibilidad de una formación en estos modos políticos de ser docentes.
De todo esto habla este artículo que intenta ser un espacio de reflexión y conceptualización de nuestras prácticas cotidianas.
El profesorado del Normal 7 es uno de los 29 Institutos de Formación Docente que el gobierno de la Ciudad de Bs. As se propone “desintegrar”. Es en este marco que creemos central dar a conocer las riquezas de las prácticas que tienen lugar en cada uno de nuestros institutos a fin de posicionarlos como un lugar no solo de formación sino de construcción de conocimientos forjados colectivamente en la práctica docente.
