Descripción
El presente trabajo aborda reflexiones generadas a partir de la tarea realizada desde la cátedra de “Didáctica Especial y Práctica de la enseñanza” del Profesorado en Psicología, Facultad de Psicología Universidad de Buenos Aires, que forma docentes para el nivel medio y superior de la enseñanza. A través del mismo se pretende generar un espacio de negociación sobre referentes teóricos y dispositivos que se ponen en marcha en la formación de profesores, a los fines de poner en el tapete tensiones propias de la formación docente universitaria. En dicho sentido será imprescindible desde la experiencia relatada, visibilizar algunas tensiones por la escasez de espacios para las prácticas por cuestiones jurisdiccionales, problemas con la carga horaria asignada a los docentes para acompañar y andamiar, considerando que el voluntariado no permite sostener proyectos a largo plazo, etc.
Dado que se trata de una materia atravesada por prácticas de enseñanza, involucra a los estudiantes y a los recién egresados de una manera más compleja y comprometida. Distintos autores señalan la importancia que tiene una postura pedagógica que contemple el desarrollo integral de las personas, fundamentada sobre la libertad, la reciprocidad y la fraternidad, sobre todo cuando se trata de andamiar en prácticas. No es suficiente con la creatividad para acompañar a otro a que realice sus prácticas educativas, hay que poner también el cuerpo y el tiempo. Pensar propuestas diferentes, plantear distintos modos de hacer valorando las posibilidades de todos para enriquecer los aprendizajes, implica un saber pedagógico y un posicionamiento político concomitante.
En esta oportunidad se abordan conceptualizaciones vinculadas al proceso de formación permanente que genera implicarse en la experiencia de extensión universitaria. Se remite a un dispositivo colaborativo llevado a cabo por docentes tutores “expertos” y profesores noveles interesados en continuar con la formación en el campo. Este espacio se presenta como un dispositivo eficaz para brindar oportunidades de reflexionar sobre las prácticas de enseñanza, propias y de otros, dotando de sentido teórico y conceptual a los saberes prácticos construidos por la experiencia recientemente transitada.
Dado que las prácticas docentes constituyen una preocupación tanto en la formación inicial como en la formación continua, desde las instituciones formadoras se buscan generar espacios para el desarrollo de buenas prácticas de enseñanza. En este sentido es que el proyecto de extensión universitaria propone enseñar, asesorar, andamiar a otros docentes en su tarea de enseñar en instituciones educativas, construyendo respuestas colaborativamente ante temáticas actuales y complejas.
Se comparte la concepción de Cullen, C. (2012) considerando que la educación conforma una práctica, una praxis, una acción que se caracteriza, por un lado, porque se sabe lo que se hace y a la vez, en la que existen infinitas posibilidades de hacerlo o no, modificarlo, etc. En tanto práctica cultural y social, se caracteriza por la complejidad propia de su desarrollo en escenarios singulares, contextos situados que hacen complejas las prácticas docentes e impactan en la tarea cotidiana. Por ello se organizó un programa de extensión, con docentes noveles y expertos que andamiarán a otros docentes que lo solicitan. Esto posibilitó la complementariedad en la labor formadora, aproximando a los noveles a las dificultades actuales de la tarea en un escenario protegido, repensando y poniendo en el tapete los saberes y desconocimientos como “expertos” a los fines de resolver problemas actuales.
La experiencia altamente positiva mostró favorecer el acceso y la construcción de saberes respecto de la enseñanza como una praxis social, en los términos que propone Fierro (2000), objetiva e intencional; en la que intervienen significados, percepciones y acciones de los agentes implicados en el proceso; así como aspectos político-institucionales, administrativos y normativos que delimitan la función del profesor.
El trabajo que se viene realizando desde hace más de diez años, se ha ido modificando, ajustando a los requerimientos de la demanda y los actores involucrados, brindando condiciones para generar prácticas docentes reflexivas y transformadoras, enriqueciendo la formación académica tanto de noveles como “expertos” en muchos aspectos, con compromiso ético y posicionamiento ideológico acorde a las cuestiones de enseñanza que se proponen.
