4-6 diciembre 2019
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
America/Argentina/Buenos_Aires timezone
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Teatro y género en la formación docente

No programado
20m
Campus Universitario (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires)

Campus Universitario

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Paraje Arroyo Seco s/n, Tandil, Buenos Aires, Argentina
Simposio 8: Arte, formación docente y evaluación. Tensiones y debates desde la investigación educativa (Modalidad abierta)

Descripción

Resumen:

Este trabajo narra algunos aspectos de la experiencia realizada por una profesora de ESI y otra del LAE Teatro con el fin de explorar las posibilidades que brinda el teatro –tomado en este caso como herramienta—para trabajar ciertas temáticas que plantea la ESI.

En primer término nos pareció evidente que la temática de la ESI sobre la que más se podía trabajar era la cuestión del género como construcción social desigual, puesta de manifiesto a través del cuerpo en las acciones de las estudiantes durante el desarrollo del taller.

Hablaremos a lo largo en éste trabajo haciendo uso del género femenino puesto que todas las que han participado de la experiencia fueron mujeres.

En cuanto al dispositivo teatral, nos pareció acertado partir del concepto propuesto por Josette Féral sobre la teatralidad. Para que ésta pueda producirse tiene que haber dos espacios diferenciados: uno, el de la escena, y el otro, apartado, el del observador. Esto nos ha habilitado a proponer que las que “hacen la escena” pongan sus cuerpos a disposición de las espectadoras que pueden percibir bajo una mirada direccionada, las disposiciones corporales, pensadas como el gestus Brechtiano, de las que allí actúan.

Es decir, la propuesta fue utilizar al teatro como “lente” que hace foco en aquellas acciones expresadas a través del cuerpo y la acción, que develan esas construcciones que condicionan y siguen reproduciendo la desigualdad de género. De esta manera nuestra propuesta consistió en que las espectadoras observaran en las otras, y finalmente a sí mismas, pensándose y desnaturalizando las conductas asumidas.

Esto así expresado sencillamente, a la hora de ponerlo en práctica con las estudiantes, planteó en principio dos inconvenientes. Por un lado, los cuerpos dicen más de lo que las personas conocen de sí o admiten pensar. Y por otro lado, la mirada naturalizada de las espectadoras sobre las acciones aparecidas en las escenas hacía que no se percibiesen tales fenómenos como expresión de una relación desigual.

En función de éstas apreciaciones tuvimos que trabajar, primero, sobre la adquisición del encuadre de trabajo, y por el otro lado, sobre el concepto de género como construcción social desigual en favor de los varones.

En cuanto al encuadre, a partir de la didáctica en la enseñanza del teatro, es necesario, en algún sentido desprenderse de la mirada exterior para ponerse a hacer. Encontrarse trabajando, más allá de la mirada exterior, es una clave importante para comprender el abordaje de las disciplinas artísticas en general, y así, ir descubriendo el motor subjetivo que impulsa a la acción creadora.

Fue precisamente allí donde fueron con más énfasis develándose a nuestros ojos los patrones de conducta asociados al género femenino. Esto lo observábamos cuando identificábamos la utilización condicionada del espacio y del movimiento, el contacto físico con las otras, los roles estereotipados vinculados a los conceptos de belleza, equilibrio y las acciones desarrolladas como las tareas domésticas y asociadas a la maternidad, etc.

Para objetivar el trabajo puntual con las estudiantes propusimos la dinámica teatral de Teatro-Foro bajo la cual se regulan las intervenciones de las espectadoras sobre lo observado, pudiendo pasar a actuar re versionando la situación planteada.

El resultado de la experiencia para las estudiantes fue estimulante. El poder de la mirada crítica a partir del rol de espectadoras habilitó al ejercicio de que en otros contextos se pueda ejercer una mirada emancipada (Jaques Rancière, “El maestro ignorante”) sobre lo observado. En este sentido, ejercitar la capacidad de distinguir entre lo dicho y lo sugerido desde la acción nos parece muy importante en el proceso de construcción del rol docente.

A modo de conclusión, podemos decir, por un lado [en relación a nuestra propia experiencia docente], que lo realizado dejó un encuentro posible entre dos espacios curriculares diferentes (Teatro y ESI). Y por otro lado en relación a la experiencia de las alumnas, que el descubrimiento en las acciones cotidianas que develan desigualdad de género, y el compromiso y posicionamiento personal de las estudiantes en cuanto al armado de cada escena, nos dio la pauta que allí hay un interés por develar y desarmar temas que las convocan.

Por último, cabe aclarar, que el encuentro de estos dos espacios curriculares propuestos por el diseño curricular de los Profesorados tanto de PEP como PEI, no tienden a negar en absoluto la importancia en sí mismo que tienen los Lenguajes artísticos expresivos, sino todo lo contrario. Se propone este encuentro para articular saberes, temáticas, pudiendo abordar la metáfora como espacio distintivo de las artes, para así nutrirse, como siempre, del contexto.

Palabras claves: Teatro – ESI (educación sexual integral) – Formación docente – Espectadoras emancipadas.

Autores primarios

Paola Peimer (Escuela Normal Superior N°3) Prof. Sandra Martilotta (Escuela Normal Superior N° 3)

Materiales de la presentación

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