Descripción
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Palabras clave: Arte, educación, formación, experiencia, narración, posición docente
Esta comunicación tiene el propósito de presentar – en el marco del trabajo final de la "Especialización en Pedagogías para la Igualdad en Contextos socioeducativos diversos" de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires y el Proyecto de investigación “Subjetividad docente: arte, cultura y ciudadanía. Tensiones entre conformismo y transformación” del IICE de la misma institución- ciertos interrogantes sobre la relación entre arte, educación e identidades docentes que atraviesan hoy la formación de profesores de Lengua y Literatura en el conurbano bonaerense. En esa línea, ofrece una experiencia de trabajo centrada en la incorporación de prácticas narrativas en tanto instrumento de reflexión personal y colectiva y como modo de acercar y poner en diálogo aquellos bienes culturales considerados paradigmáticos por la cultura dominante con otras producciones que promueven usos, prácticas y discursos, con valores materiales y simbólicos desde los cuales pueden plantearse otros modos de representar, pensar y pensar-se en el mundo. Se seleccionó como género la memoria de lector ya que es una narrativa que permite pensar conceptos como canon, concepciones e instituciones, categorías que, por otro lado, los estudiantes han problematizado con distinto énfasis a lo largo de sus trayectos.
Ciertas representaciones acerca de la literatura y el objeto artístico están asociadas a identidades docentes que son reproductoras de modelos hegemónicos. La limitación o restricción para pensar un canon literario más amplio repercute no solo en las prácticas del futuro docente, sino también en sus concepciones acerca de la literatura, el arte, los cruces posibles entre esas dimensiones y cómo piensa su trabajo de enseñante. Si bien los estudiantes del profesorado se sienten atraídos por nuevas propuestas de lectura, es habitual que al momento de seleccionar un corpus se refugien en textos y ofertas que replican interpretaciones estereotipadas. Estas elecciones se encuentran en consonancia con modelos de formadores que dan cuenta de un saber que privilegia una mirada subsidiaria aún de concepciones poco permeables para pensar la lengua, los lenguajes, la literatura y el arte. La circulación y el acceso a otros repertorios provoca una disputa por el objeto de su formación y por el sentido de su trabajo. Disputa en la que intervienen diversos conjuntos de prácticas, experiencias y memorias propias que, en muchas ocasiones, son silenciadas o desprestigiadas por la institución formadora. La réplica de estas controversias llega al aula, por un lado, restringiendo el repertorio y opciones en la configuración de lectores y, por otro, obtura la emergencia de otras expresiones que incluso pueden formar parte de experiencias ligadas a sus vidas y a sus trayectos fuera y dentro de las instituciones educativas.
Presentar este trabajo como una propuesta de intervención en las Prácticas Docentes invita a revisar los modos del enseñar en distintos actores ya que abarca a los estudiantes residentes, a docentes co-formadores y a las instituciones que se articulan en esta instancia del proceso: el Instituto formador y la escuela destino.
Finalmente, revisar la fuerza de ciertos paradigmas que han mantenido su vigencia al considerar a la literatura y otros objetos artísticos, es examinar esos significados con una nueva luz que permita seguir interpelando concepciones acerca de la relación entre artes, lenguajes, educación y conocimiento en el espacio de lo escolar. Es posible que todas las discusiones que estemos llevando a cabo, hoy, desde los espacios de formación sean en definitiva una disputa por el conocimiento, por un proyecto acerca del saber, por las posibilidades acerca de quién/quiénes pueden acceder con distintos lenguajes y producirlo.
El planteo de estas cuestiones se realiza en un escenario en el que con ímpetu inusitado las voces de distintos actores de las instituciones formadoras de nivel superior no hemos dejado de expresar que conformamos un espacio cuya lógica no está basada en el conformismo, la exclusión y la transmisión de un saber privilegiado sino que portamos la memoria de una concepción pedagógica que discute, interpela y se constituye en horizontes amplios y más justos.
