Descripción
En el presente trabajo buscamos crear un espacio de reflexión sobre la evaluación en nuestra propuesta pedagógica. Nuestro objeto de estudio se basa en la práctica docente en Taller Cerámico de la Cátedra Olio, asignatura de la Licenciatura y Profesorado en Artes Visuales, orientación Artes del Fuego. Dicha carrera pertenece al Departamento de Artes Visuales “Prilidiano Pueyrredón” de la Universidad Nacional de las Artes.
La propuesta está basada en métodos experimentales para abordar los diversos modos de la enseñanza de la cerámica. Nos alejamos de una estructura pedagógica anclada en la enseñanza técnica que implica el acercamiento al oficio y nos establecemos en un espacio donde proponemos un esquema de prácticas experimentales. Prácticas que en el recorrido pedagógico construyen saberes entre todos, experiencias que conforman un espacio educativo situado, integrado, personalizado y a su vez colectivo con un perfil abierto, amplio y expandido, donde el concepto mismo de la práctica de la disciplina se construye permanentemente. El alumno es guiado a través de distintas instancias en la exploración de la materia que lo ubican en una situación en la que se borran las barreras disciplinares y los condicionamientos técnicos.
Nos focalizamos en generar el espacio de experimentación a partir del desarrollo de acciones concretas, su registro y posterior observación. Lo realizamos en un marco pautado con el fin de que suceda desde la experimentación con la materia un encuentro, una otra forma de vincularse con la acción. Utilizamos el término cerámica expandida para pensar nuestra práctica, entendemos que este concepto deriva de tres ejes fundamentales y específicos que determinan nuestro quehacer en la universidad.
El primero de estos ejes es se ancla en lo matérico, “Tomando la definición científica de materiales cerámicos como sólidos inorgánicos no metálicos, extendemos y expandimos el concepto cerámico a la arcilla cruda y cocida, y a otros materiales cerámicos como el yeso, el cemento y el vidrio. Estos materiales en algún momento de su formación – producción han sido modificados física y químicamente por acción de la temperatura (más de 700°C), por tanto la ciencia los clasifica como materiales cerámicos.” (Olio, Toro, González Alonso. 2017: p 2)
En segundo lugar pensamos en el concepto de cerámica expandida desde un punto de vista disciplinar ya que consideramos a nuestra propuesta como in-disciplinada (Duarte Loza. 2015: p 1), necesitamos expandir sus bordes, romper las fronteras disciplinares que lo único que han conseguido es segmentar y no abrir espacios para la creación. Pensar la cerámica desde una mirada disciplinar no ha dado buenos resultados en el campo artístico “las disciplinas recortan ciertos ámbitos del conocimiento y definen ciertos temas que son pertinentes única y exclusivamente a la disciplina. Esto se traduce en la materialización de los cánones. En prácticamente todos los currículos universitarios, las disciplinas tienen un canon propio que define cuáles autores se deben leer (las “autoridades” o los “clásicos”), cuáles temas son pertinentes y qué cosas deben ser conocidas por un estudiante que opta por estudiar esa disciplina. Los cánones son dispositivos de poder que sirven para “fijar” los conocimientos en ciertos lugares, haciéndolos fácilmente identificables y manipulables.” (Castro Gómez, Santiago. 2007, p. 83) pero en el arte contemporáneo es necesario romper con este y muchos otros dispositivos de poder, para producir situados, no desde los cánones establecidos desde la modernidad por condicionamientos eurocéntricos sino desde la propia cultura y el momento presente.
En tercer lugar nuestra propuesta se conecta con el concepto de educación expandida (Díaz Rubén, Ezponda Echeverría J. y otros. 2009) ya que no se encuentra ligada a la transmisión de técnicas/oficios que ha conducido la enseñanza como una práctica tradicional en la que el saber se neutraliza y normaliza. Enseñanza de una cerámica que tiene límites que la propia técnica genera: estandarizada, objetivada, homogeneizada, controlada, calculada, fabricada, convertida en algo previsible. Nuestra propuesta, fomenta el valor de lo experimental, emergente, efímero. El par experiencia / sentido nos permite pensar la educación desde este punto de vista. “Reivindicar la experiencia, y eso supone dignificar y reivindicar todo aquello que tanto la filosofía como la ciencia tradicionalmente menosprecian y rechazan: la subjetividad, la incertidumbre, la provisionalidad, el cuerpo, la fugacidad, la finitud, la vida…” (Larrosa, Skliar. 2009: p.3).
En este marco y desde este posicionamiento trabajamos en nuestra propuesta pedagógica, por lo que resulta complejo pensar en la evaluación como algo fijo y estandarizado. No trabajamos desde posturas cerradas, sino que en cada evaluación pensamos en la integridad de los sujetos participantes. No podemos hacerlo de otro modo. Nos posicionamos desde el paradigma de la complejidad, donde existen multiplicidad de factores que influyen en el encuentro para el aprendizaje. Los alumnos poseen un esquema abierto de trabajos prácticos, que ellos mismos seleccionan y desarrollan. Los hacen propios y de ese modo producen. Nuestra mirada está enfocada en esa producción y en la transformación que cada uno de los participantes del taller realizan. Sobretodo el carácter de investigación, observación y proyección en los procesos de producción.
Nos resulta una tarea imposible desarrollar un método único para recolectar información sobre el aprendizaje de los alumnos, debemos en cada caso hacer un análisis cualitativo de los procesos de cada uno de los estudiantes. De este modo, encontramos en el momento de la evaluación una serie de tensiones y problemáticas que nos resulta importante revisar. Éstas atañen a nuestra práctica docente en particular pero son equivalentes a muchas experiencias en la enseñanza de las artes desde una perspectiva contemporánea.
Palabras clave: cerámica expandida, educación, evaluación, prácticas experimentales.
