Descripción
Surgida en el contexto europeo, como disciplina y como práctica, la Mediación Cultural sitúa su estatus y su función en los grandes establecimientos e instituciones culturales. Al mismo tiempo, no deja de reconocer y de reflexionar sobre otros tipos y modos de su ejercicio en espacios no convencionales o en territorios donde lo que prevalece es el objetivo de la reconfiguración del lazo social y la revalorización de las prácticas culturales propias de una comunidad. Se trata de un saber que poco a poco se fue profesionalizando y ganando lugar en el campo cultural y en el mundo del trabajo, y que actualmente demanda nuevos espacios de formación específica en la academia.
La Mediación Cultural puede pensarse como un juego dialéctico, en el que el mediador favorece la circulación de públicos (individuos o grupos) a través de diversas configuraciones de la cultura y el arte. Las herramientas que el mediador utiliza son diversas y cambiantes, acordes al perfil de quién esté accionando y al escenario en el cual se desarrolle la propuesta. La práctica implica la transmisión de información, pero también el acercamiento a las expresiones culturales y artísticas a través de los sentidos, y con diversas dinámicas se promueve el intercambio de ideas, opiniones y sensaciones.
Pero, además, es preciso situar esta práctica dentro de un contexto socio-histórico y regional latinoamericano, caracterizado por profundos cambios socioculturales, donde la digitalización de las formas y contenidos culturales y artísticos se conjugan con la demanda de mayor democratización política, social y cultural. Por ello, en este contexto, las políticas culturales han ido indagando en formas de vinculación que permitan la interacción de universos diversos y heterogéneos y que, a su vez, habiliten nuevas construcciones simbólicas, deconstruyan viejos paradigmas y promuevan otras formas de pensar e intervenir en el mundo en que vivimos.
Desde la Universidad Nacional de las Artes estamos llevando adelante un proceso de investigación y diseño de instancias de formación superior específica sobre la temática. Particularmente buscamos abordar la cuestión del artista como mediador y de las artes asociadas a las nuevas tecnologías como estrategias de mediación en espacios de educación tradicionales y no formales. Nos interesa trabajar el rol de la mediación asociada a diversos aspectos de inserción: el trabajo en el aula, en el territorio, en los museos y con poblaciones diversas.
De esta manera partimos de pensar a la mediación cultural inscrita en un terreno fértil para la producción de conocimientos. A través de la Mediación Cultural, además de enmarcar, organizar y sistematizar una práctica en el campo del trabajo cultural, también podemos empezar a encarar una tarea que se vuelve cada día más urgente que tiene que ver con estudiar los elementos afectivos, intangibles, subjetivos y sociales, de la experiencia y las prácticas culturales y sus efectos. Así el mediador cultural es también un actor que se vuelve relevante como articulador entre el ámbito de la producción cultural, el ámbito académico y de producción de conocimientos.
En este trabajo, nos proponemos reflexionar sobre la mediación cultural a través del análisis de una serie de experiencias que contienen transversalmente diferentes dimensiones: el rol del mediador en la comunidad, el lugar de las artes y las tecnologías como dispositivos de mediación y los desafíos de la educación abierta a la implementación de innovación artística y tecnológica, entendiendo que ambos componentes son un factor central en la transformación de las culturas contemporáneas. Al mismo tiempo, buscamos, a través de esta investigación, relevar avances en materia de mediación cultural, y sus vinculaciones con la educación.
